37 FESTIVAL DE JAZZ DE VITORIA-GASTEIZ
Flamenco y jazz para cerrar
el Festival de Vitoria
Doce años después, estos dos grandes músicos se volvieron a subir juntos al mismo escenario para interpretar en exclusiva mundial una música que difícilmente podrá repetir
PACO DE LUCÍA I CHICK COREA |
La
noche no defraudó. A pesar de las altas expectativas, el último concierto del
37 Festival de Jazz de Vitoria-Gasteiz cumplió ofreciendo el mejor jazz y la
mejor fusión de este con el flamenco. Dividido en tres actos, fueron cuatro
horas de espectáculo acalorado. Tanto por la música, como por la temperatura a
la que hervía el polideportivo después de un día de sol abrasador.
En
el primer acto, nada más salir al escenario, Chick Corea presentó a su
formación, The Vigil, y anunció que tocarían canciones de su último disco. Con
Tim Garland al saxo, Christian McBride con el bajo, Marcus Gilmore a la batería
y Charles Altura con la guitarra, el grupo demostró ser el perfecto acompañante
estadounidense de 72 años, que volvía a demostrar con cada nota su pertenencia
a otra órbita en el jazz.
Mendizorroza
reaccionó a cada maravilla de Corea al piano con merecidos aplausos. Y eso que
en el polideportivo, por primera vez lleno a rebosar, no dejaron de agitarse
los abanicos hasta el final de la noche. 'Asiento no asegurado', decía la letra
pequeña en la entrada, y así, hubo quien tuvo que disfrutar del concierto en
pie o buscando un hueco en el suelo esforzándose, eso sí, por no molestar.
"Perdonad,
que con el calor se sudan las cuerdas" pedía disculpas de Lucía nada más
tocar las primeras notas. El maestro, sentado en el centro del escenario,
interpretó varias piezas en solitario antes de que irrumpiera de lleno su
grupo. Para entonces, los oyentes del polideportivo vitoreaban a pleno pulmón
como si hubiesen olvidado la falta de aire. 'Farru', el bailaor de la
formación, levantó al público de sus asientos y 'El Piraña' arrancó aplausos
atronadores.
Pasada
la medianoche, de Lucía anunció la hora de "fumarse un cigarrito" y
"disfrutar de nuestro querido y admirado Chick Corea". En menos de
quince minutos se volvió a encajar el piano de cola en el escenario, dando
comienzo al espectáculo más esperado de la noche.
Hubo
quien se arrodilló en los pasillos de Mendizorroza para grabar en el móvil
trozos del encuentro de ambos maestros. Incluso quien se paseaba lenta y con
disimulo para aprovechar y ver el dúo de cerca.
Las
sonrisas de complicidad entre Paco de Lucía y Chick Corea, el silencio
expectante e inmóvil del público y las miradas atónitas de los palmeros durante
algunos pasajes improvisados fueron el mejor reflejo de lo que ocurría sobre el
escenario.
El flamenco y el jazz, De Lucía y Corea, cerraron el festival
caminando hacia el 'backstage' agarrados.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada