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dijous, 28 d’agost del 2014

Dos yacimientos de Gipuzkoa, claves para entender la desaparición del neandertal

Un equipo de investigadores examina restos arqueológicos en el yacimiento de Lezetxiki.
Un equipo de investigadores examina restos arqueológicos en el yacimiento de Lezetxiki. / DV









  • Los asentamientos de Lezetxiki y Labeko Koba, en Arrasate, forman parte de un estudio internacional publicado por la revista 'Nature'

Hasta hace no mucho se pensaba que estas dos especies llegaron a convivir durante 10.000 años, pero este estudio revela que, a lo sumo, unos y otros se solaparon entre 2.600 y 5.400 años y que, en algunas regiones, no llegaron siquiera a coincidir. Así lo apunta esta investigación, que ha sido elaborada por un equipo internacional de profesionales entre los que se encuentra el profesor e investigador guipuzcoano Álvaro Arrizabalaga. El artículo también revela que la desaparición de los neandertales se produjo hace 40.000 años. «Es un estudio muy amplio en el que se intenta establecer qué tipo de interacción pudo haber con los cromañones», asegura Arrizabalaga, miembro también de la sociedad de ciencias Aranzadi. La investigadora de Ikerbasque María José Iriarte, del grupo de Prehistoria de la UPV, también ha formado parte del grupo autor del artículo.

«Labeko Koba, esencial»

Según estos investigadores, determinar las relaciones espaciales y temporales entre los neandertales y los primeros humanos modernos es algo clave para comprender los procesos y las razones para la desaparición de los neandertales. «También tiene que ver con la dinámica cultural. De si los neandertales asimilaron alguna de las costumbres del hombre de cromañón y si, de ser así, algunas formas de arte primitivo pudieron ser obra de neandertales o si el arte sigue siendo la frontera que marca la diferencia entre ambas especies», apunta Arrizabalaga. «Sabemos que hubo contacto cultural y genético, sobre todo en la zona de Oriente Próximo. De hecho, los cromañones de Eurasia tenemos como un 2% de gen neandertal. Pero esa hibridación no se produjo en Europa y si lo hizo no dejó una huella importante», añade.
«El hombre de cromañón entró en la península por Gipuzkoa, probablemente por el Bidasoa y siguiendo el curso del río Deba», apunta Arrizabalaga. No es de extrañar por tanto que en nuestro territorio haya yacimientos tan importantes como los de Lezetxiki y Labeko Koba, este último de gran importancia para el estudio publicado en 'Nature'. «En este asentamiento encontramos los primeros cromañones de la península ibérica y los datos que nos ha aportado han sido críticos para la investigación», asegura el investigador.
Han sido los avances técnicos en el uso del carbono 14 los que han permitido una datación de los yacimientos con una mayor precisión. La publicación de 'Nature' hace patente que «los neandertales desaparecieron mucho antes de lo que hasta hace poco pensábamos. Pero también ahora sabemos que el hombre de cromañón llegó a Europa significativamente antes. Y que en algunas regiones como la nuestra no se llegaron ni a ver», concluye Arrizabalaga.