Más de
cien mil personas reclaman con una cadena humana el derecho a decidir
Gure Esku Dago logra unir los 123 kilómetros que separan Durango y Pamplona
con manos entrelazadas
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Dirigentes de PNV y EH Bildu, y los socialistas Zabaleta y Uriz, entre los
participantes
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Carlos Garaikoetxea «El derecho de autodeterminación no es una
imposición; es un derecho a expresar cualquier opción, y esta acción no está
unilateralmente dirigida a una opción concreta»
Patxi Zabaleta «Esta es una iniciativa social en defensa de un
derecho democrático; una demostración de una voluntad muy ampliamente sentida,
que debe tenerse en consideración»
Joan Tardà «Hay una relación de hermandad y fraternidad del
pueblo catalán con Euskalerria; la lucha por el reconocimiento del derecho a
decidir de Euskal Herria es nuestra lucha»
Yolanda Barcina «Esto es un montaje propagandístico, los navarros ya
han decidido en las urnas que queremos ser navarros y españoles. Los primeros
que han iniciado la cadena son aquellos que callaron o justificaron asesinatos;
Tenemos 100 autobuses en Navarra que vienen de Gipuzkoa para que parezca que
son más los que quieren lo que no queremos los navarros»
Más de cien mil personas han reclamado este mediodía que se dé un impulso a
la demanda del “derecho a decidir” de Euskadi a través de una cadena humana. La
iniciativa del colectivo ciudadano Gure Esku Dago ha logrado unir, mediante
manos entrelazadas, los 123 kilómetros que separan la feria Landako de Durango
del parque Antoniutti de Pamplona. Una imagen inédita en el País Vasco que
evocaba, aunque en menor escala, a la Vía Catalana por la independencia de la
Diada del pasado 11 de septiembre.
Los organizadores, en todo caso, se muestran satisfechos con la
multitudinaria movilización, y reclaman que sea un “punto de inflexión en el
trabajo conjunto y plural por el derecho a decidir”, como en Escocia. La cadena
se ha completado con cincuenta mil ciudadanos, aunque otros tantos se han
sumado a la movilización en diferentes puntos.
La reivindicación, que ha comenzado a las diez de la mañana con la
colocación de todas las personas en los puntos indicados, se ha mezclado con la
fiesta, en una matinal de domingo de buen tiempo y buena temperatura.
En Gipuzkoa la cadena ha discurrido, desde el alto de Kanpazar, por
Arrasate, Bergara y Antzuola, sube por Deskarga para bajar a Urretxu, Legazpi y
Zumarraga, prosigue por Ezkio-Itsaso para llegar al Goierri, en Ormaiztegi,
Beasain, Lazkao y Ataun, desde donde se unía a Navarra por el alto de Lizarrusti.
La iniciativa tiene carácter exclusivamente ciudadano, pero ha contado con
la presencia de dirigentes políticos de PNV y EH Bildu. Los jeltzales la han
respaldado a título personal. Su presidente, Andoni Ortuzar, ha estado en el
kilómetro18, en el alto de Kanpazar, mientras Joseba Egibar hacía lo propio en
el punto kilométrico 64, en la zona de Ataun. El presidente de Sortu, Hasier
Arraiz, se ha desplazado a la localidad navarra de Arbizu, en el kilómetro 83,
cerca del alcalde de Donostia, Juan Karlos Izagirre, situado nueve kilómetros
al este, en Uharte-Arakil. También ha participado desde el tramo navarro el
diputado general de Gipuzkoa, Martín Garitano.
El líder de EA, Pello Urizar se ha unido a la cadena en su localidad,
Arrasate. En dicha localidad ha estado también la exconsejera socialista Gemma
Zabaleta, que ha secundado la iniciativa pese al rechazo de su partido, el
PSE-EE. Su compañero de Navarra, José Luis Uriz, ha estado presente en la
cadena a su paso por Pamplona, donde acababa la iniciativa, y donde se ha
colocado también la portavoz de Sortu, Amaia Izko.
Los líderes de los sindicatos ELA y LAB, Txiki Muñoz y Ainhoa Etxaide, y
personas conocidas como el escritor Kirmen Uribe, el actor Anjel Alkain, los
bertsolaris Beñat Gaztelumendi o Amets Arzalluz, los payasos Pirritx, Porrotx y
Marimotots, y los periodistas Maddalen Iriarte y Xabier Euzkitze son otras
personas que han participado en la convocatoria de Gure Esku Dago a lo largo de
la mañana. Ningún representante del Gobierno Vasco ha acudido, aunque respetan
la iniciativa, a la que los organizadores no han dotado de un carácter
institucional, como sucedió en Cataluña.
En varios puntos del planeta, como Nueva York, Buenos Aires o Australia y
Nueva Zelanda, representantes de la diáspora vasca tenían previsto imitar la
cadena humana. A la conclusión de la cadena, y durante todo el día, ese han
organizado diversas actividades festivas en Bergara, Lazkao, Durango, Etxarri
Aranatz y Pamplona.
Novecientos autobuses han partido desde las ocho de la mañana desde
diferentes localidades vascas, y 2.500 voluntarios han trabajado en una
movilización de una gran complejidad logística.