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diumenge, 3 de febrer del 2013


RUTES (4)


 
La necròpolis d' Okabe


6,43 quilòmetres · 2 h 45 minuts

Rodeada de enormes pastizales, la poco definida cumbre de Okabe escolta la impresionante necrópolis de Illarrita. Uno de los conjuntos prehistóricos más imponentes de Euskal Herria se extiende sobre un cresterío herboso que desciende suavemente de la roca cimera de Okabe. Se trata de la estación megalítica conocida como Illarrita. Aquí, una veintena larga de crómlech emerge de la pradera formando círculos mágicos en lo que debió ser un espacio sagrado reservado a rituales funerarios, a incineraciones. Treinta siglos después de su nacimiento, este emocionante testimonio histórico parece no haber sido modificado significativamente.
La accesible cumbre de Okabe se encuentra al pie de la ruta de gran recorrido GR 10. Es posible atacarla desde varios puntos a los que se llega por las carreteras de montaña que ascienden a Irati desde Donibane Garazi. Nuestro itinerario surge en el collado de Sourzai (D301), aunque después de grandes nevadas es posible que tengamos que iniciarlo a 2 kilómetros, cerca de un laguito, en la intersección de las carreteras D301, D18 y D19. Comenzamos a caminar por el asfalto y, enseguida, descubrimos a mano derecha los primeros hitos que marcan la vía que asciende hacia Okabe. Abandonamos el firme y nos adentramos pisando piedra descompuesta en un bosque por el que vamos a salvar 250 metros de desnivel. Avanzamos ahora sobre la pendiente herbosa siguiendo las rayas de pintura roja pintadas sobre las cortezas de los árboles. El tupido hayedo nos acompaña durante media hora hasta los límites de Illarrita.
Sobre la cota de los 1.385 metros el sendero desemboca en una amplia pradera sobre la que se extiende la imponente necrópolis. Círculos de varios metros de diámetro formados por rocas invitan a deambular un rato tratando de comprender el misterio que envolvía los rituales crematorios que en ellos se celebraban. Algunos crómlech en grupo, otros alineados de norte a sur, el grandioso Illarrita es la guinda que remata un panorama envuelto por cimas impresionantes, como la piramidal de Ori, y alfombrado por una auténtica selva, la de Irati, cuyos colores parecen imposibles. Levantamos la mirada hacia el sur y avistamos la cumbre de Okabe. Apenas un kilómetro de paseo por la cresta de la montaña nos lleva a hollar su cima rápidamente, en unos 20 minutos.
A continuación, nos disponemos a regresar al punto de partida por una ruta alternativa. Seguimos las indicaciones del GR 10 hacia el bosque, en dirección oeste, y en un cuarto de hora nos desviamos a la izquierda para descender por una pista que discurre entre la arboleda, en un prolongado zigzag, hacia el collado de Sourzai.



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