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dilluns, 22 d’abril del 2013

OSASUNA 0  ERREALA 0
L'ALTRE DERBI BASC
 
 
LA CRÓNICA
La Real empató sin goles en el clásico partido de Pamplona, en el que tuvo las mejores oportunidades
22 de abril de 2013
 
 
MIGUEL GONZÁLEZ | PAMPLONA.-
La Real sumó un empate merecido en su visita al siempre complicado Reyno de Navarra en un encuentro que respondió a lo que se esperaba de él, ya que el balón estuvo más tiempo en el aire que sobre el césped. Pero los blanquiazules se vistieron el traje de faena y completaron un partido sobrio, sin la brillantez de otras ocasiones, en el que estuvieron más cerca de ganar porque dispusieron de la mejor ocasión del choque en un testarazo de Agirretxe al poste y porque en los últimos minutos metieron el miedo a la parroquia local con varias contras peligrosas que no fueron finalizadas.
El empate permite a los de Montanier mantener una ventaja de dos puntos sobre el Valencia en la cuarta posición y afrontar el decisivo encuentro ante los che del próximo domingo en posición de superioridad, aunque Griezmann será baja por sanción al haber visto su quinta tarjeta amarilla. De nuevo será el turno de Chory Castro.
Cadamuro ocupa el lateral izquierdo. La alineación de la Real presentó la novedad de Liassine Cadamuro en el lateral izquierdo en lugar del lesionado De la Bella. En principio José Ángel partía como el favorito para sustituir al catalán, al tratarse de un jugador específico para esa posición, pero Montanier entendió que las características del internacional argelino se adaptaban mejor al campo navarro y al estilo juego de Osasuna por su mayor envergadura, poderío en el juego aéreo y rigor defensivo. La apuesta salió bien porque, si bien es verdad que en la primera parte Cejudo le creó problemas en un par de acciones, en la reanudación se sobrepuso y firmó una notable faena con varias subidas al ataque y un pase a Xabi Prieto de nota.
En el centro del campo Gorka Elustondo ocupó la plaza del sancionado Illarramendi junto a Markel Bergara. Era la primera vez esta temporada en la que en el once inicial no figuraba el mutrikuarra o Zurutuza, por lo que existía la incógnita de comprobar el rendimiento del equipo sin ninguno de ellos. En el aspecto defensivo la Real no perdió las distancias entre líneas y estuvo muy junta, aunque en ataque notó la elaboración que suele aportar Illarramendi en la zona de creación.
El peligro, a balón parado. El inicio del choque desveló cuáles iban a ser las características del mismo. Osasuna planteó, fiel a su estilo, un fútbol directo sin transición por el centro del campo con dos delanteros, Sola y Armenteros, que, además de presionar la salida de balón realista pelearon por arriba con Mikel e Iñigo los envíos largos de sus líneas de atrás, en especial de Arribas y Flaño. La Real notó la ausencia de Illarramendi en la salida de balón, sobre todo por el equilibrio que da con la pelota para superar el pressing rival y poner en ventaja a los compañeros. Markel se colocó de pivote único y Elustondo más adelantado junto a Prieto para porfiar con Loe y Silva. El resultado fue un juego muy trabado, de constantes duelos individuales y disputas, en el que el peligro llegó a través del balón parado. Así ocurrió en el cabezazo de Agirretxe al poste a la salida de un córner botado por Elustondo en la más clara opción guipuzcoana antes del descanso. Osasuna también tuvo sus oportunidades en la estrategia. Armenteros, en un libre directo al borde del área que salió lamiendo la madera de Bravo tras una inoportuna falta de Prieto, y otro córner en el que se originó un barullo delante de Bravo que el chileno acabó desbaratando hicieron soñar a la afición local.
El cuadro navarro fue superior posicionalmente en el primer acto aunque no dispusiera de más ocasiones que las referidas. Las caídas de Armenteros a la izquierda crearon superioridad con De las Cuevas y la subidas de Nano, que centró desde la esquina en varias ocasiones aunque sin encontrar rematador. La Real, en esos instantes, vivió de algún envío largo de Iñigo buscando a Griezmann por la izquierda y de los balones que bajó Agirretxe en su disputa con los centrales, especialmente a Arribas, que en días como éste fueron petróleo porque permitió nutrir a las bandas y estirar la posición en el campo del equipo varios metros.
Escapar de la inercia osasunista. En la reanudación no cambió demasiado la tónica del juego. A veces, en partidos de este pelo, la clave del éxito reside en escapar de la propuesta del adversario, aunque es más fácil de decir que de hacer. La Real estuvo muy bien pertrechada para las disputas aéreas y posicionada en las caídas, esas segundas jugadas que son decisivas en contextos así. Pero en el centro del campo faltaba algo diferente. El mejor ejemplo de que algo no iba bien es que antes del descanso sus dos futbolistas más desequilibrantes, Griezmann y Vela, habían visto la tarjeta amarilla por sendas faltas a De las Cuevas y Flaño, éste cuando intentaba sacar el balón jugado. El mundo al revés, cuando debían ser los navarros quienes temiesen las conducciones de los realistas. Pero había poco balón en campo contrario y así era complicado que la línea más ofensiva pudiera explotar todo su potencial. En las porterías no había grandes novedades.
La entrada de Chory cambia el juego. A falta de 22 minutos Montanier quitó del terreno de juego a Elustondo y dio entrada a Chory Castro en la banda izquierda. La principal consecuencia de esta sustitución fue que Griezmann se retrasó a la media punta y Prieto se ubicó más cerca de Markel, con lo que la Real ganó creatividad en la zona ancha y trenzó varias contras de peligro. Unos minutos más tarde Ifrán entraría por Vela.
Fueron momentos en los que se veía que mientras que los realistas iban hacia arriba los navarros perdían fuelle. Prieto, a pase de Cadamuro, probó a Andrés en un remate cruzado y después fue Agirretxe el que dibujó un gran servicio a Griezmann al que no llegó éste por un pelo solo ante el meta rojillo. El usurbildarra, omnipresente durante todo el encuentro, robó un gran balón a Arribas y sirvió a Ifrán, pero Oier tapó su disparo. Al final el marcador no se movió y la Real sumó un punto en un partido que pudo ganar pero que otras veces ha perdido.

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